Seguramente estaréis hartos de leer por esos Weblogs de Dios las “novedades” que la todopoderosa Apple ha presentado de cara a sus iPods.

Tan pronto como Apple suelta una nota de prensa diciendo que va a haber un evento para presentar nuevos productos, ya tenemos a los tres o cuatro weblogs de turno soltando el post diario de “faltan 8 días”, “faltan 7 días”, “faltan 6 días”, etc… Sin contar con el seguimiento absurdo que se hace del asunto en algunos weblogs presuntamente personales (y no hablo de faq-mac, que es una web especializada de noticias). Es lo que tiene, Apple está de moda, todo el mundo quiere saber las cosas al milisegundo y hay que alimentar a los adsenses, únicos y verdaderos protagonistas de toda esta película weblogera.

Pero volvamos al tema Apple, todo es muy bonito, todo es muy fantástico entre lo que se lee por ahí… y la verdad es que comparto mi opinión en alguna que otra cosa… sin ir más lejos: Ya era hora que se introdujera la reproducción sin pausas (característica llamada Gapless en círculos audiófilos) tanto en el iPod como en iTunes, aunque, a pesar de lo que he escuchado por ahí, no es ni el primer programa ni el primer reproductor de mp3 con dicha característica (podríamos hablar del Rio Karma, Foobar2000, Amarok o el maravilloso Rockbox, disponible también para iPod pero que nadie usa…).

Pero no es de esa característica de la que quería hablar hoy. Existe una novedad que incorpora iTunes, la llamada descarga de portadas. Dicha característica consiste en que cuando importas un CD a tu librería de iTunes (o, no nos engañemos, cuando colocas ahí el último disco descargado del emule…) puedes decirle a éste que “adorne” tus mp3 con la portada correcta. Ante tal orden, itunes lo que hará será conectarse con la base de datos de su tienda, comprobará que ese disco lo tienen, y entonces te colocarán la portada en tu librería. Todo muy transparente, todo muy automático, todo muy guay, chachi piruli, no veas, o sea, o sea…

Pero he aquí que la cosa falla. Así que ya sabéis, ituneros empedernidos (o sea, yo y los 3 ó 4 que se hayan molestado en leer hasta aquí), no os fieis de lo que hace itunes con las portadas de vuestra librería musical. ¿Queréis saber por qué? Aquí tenéis dos ejemplos (clicables para ver más grandes):

De/Vision – Two:

Al lumbreras de itunes no se le ha ocurrido otra cosa que poner la portada de un disco llamado “Talkin2U” de unos tal Devotion… No sé qué tendrán que ver… a lo mejor es que uno de los Devotion es calvo y los De/Vision también lo son…

Por cierto, a quien le pique la curiosidad con los De/Vision estos, decirles que no comiencen con el antes mencionado “Two”. En su lugar deberían probar un disco llamado “Monosex” o algún recopilatorio, como “Zehn”. Los más recientes “6 Feet underground” y “Subkutan” tampoco están mal, aunque son un poco más de lo mismo.

Joy Division – Closer

En este caso la iTMS e iTunes, auténticos entendidos musicales, han tenido a bien colocar la portada de “Heart and Soul” (una caja de 4 CD de Joy Division) a la grandísima obra maestra, probablemente mejor disco de los años 80, “Closer“.

Vale, sí, la portada de “Closer” es un tío muerto… pero no éste.

Si quieres escuchar algo bueno de Joy Division, aparte de “Closer” y “Unknown Pleasures” me haría de algún recopilatorio que incluye temas no disponibles en los LP’s principales del grupo. Una buena opción sería “Heart and Soul”, mira por donde…

Cabe decir que estos no han sido los únicos fallos… tambien me ha puesto la portada de “Black Celebration” (Depeche Mode) en lugar “The Singles>86>98″… supongo que vería que la primera canción era “Stripped”, motivo más que suficiente para deducir sin margen a error que se trataba del mejor disco de los Depeche.

A saber lo que habrá hecho con el resto de mi librería… Tanto automatismo…

Por cierto. Si quereis tener acceso a lo de la descarga de portadas, es necesario crear una cuenta para poder comprar temas en la “iTunes Music Store”… y probablemente es eso lo que se busca, que con la excusa de las portadas la gente se de de alta en la tiendecita para que un día u otro acabe picando comprando canciones.

Y todo por la pasta, como diría no sé quien. Porque al final todo trata de que cierta empresa acabe podrida de dinero.